En el mismo instante en que un ministro de la Nación, Luis Gottheil, y 21 empresarios se "servían abrocharse los cinturones de seguridad y no fumar" a bordo de un poderoso Jet que los conduciría a Perú, Ecuador, Colombia y México para exportar INDUSTRIA MADE IN ARGENTINA, un periodista, también argentino, corresponsal en Nueva York, teletipaba las 1.000 palabras de un cable, cuya síntesis, publicada, nos retrotraía al viejo tiempo de galera, bastón y granero del mundo. Increíblemente, el observador radicado ahora entre rascacielos escribía: "Si se cumple lo anunciado, el pabellón argentino será el más visitado en la Feria Mundial de Nueva York; UN NOVILLO ENTERO EN EL ASADOR TIENE QUE ATRAER MUCHO MAS A LOS NORTEAMERICANOS QUE LAS MARAVILLAS MECANICAS Y LAS JOYAS DE MANUFACTURA QUE PRESENTAN LOS GRANDES PAISES INDUSTRIALES. Esta grata impresión NO SE MALOGRO (anoten esto, NO SE MALOGRO) por el hecho de que el doctor Ignacio M. Mónaco, en nombre de Comarg, empresa que patrocina la construcción del pabellón, ANUNCIARA QUE ARGENTINA ESTARA PRESENTE CON MUESTRAS DE SU PRODUCCION, NO SOLO AGRICOLA Y GANADERA, SINO TAMBIEN INDUSTRIAL Y CULTURAL. Todo esto va a ser espléndido, siempre que el asado quede firme..."
Síntesis: pese a que ARGENTINA ESTARA PRESENTE CON SUS FUENTES INDUSTRIALES Y CULTURALES, NO SE MALOGRARA LA EXPOSICION SIEMPRE Y CUANDO EL ASADO QUEDE FIRME...
Aquí pudiera terminar este intento de comentarlo. ¿A qué más? ¿Valdría la pena acotar que estamos ante una "mentalidad" que nos reduce a la colonia, a ser monótonamente agro-importadores, a no evadirnos del mundo que nos tipificó durante un largo proceso, siempre en lo mismo, irrevisablemente?
Cambiar las estructuras no es una revolución, sino que debiera ser una inteligente evolución. Lo otro es estancamiento. En Argentina 1963, aparecer patrocinando "un novillo al asador o en la reja de una antigua ventana si el fierro resulta corto" para una FERIA MUNDIAL DE NUEVA YORK, es como pedirle a Gran Bretaña que sólo exhiba "scotch" o a Italia que levante un "stand" para mostrar "sus pastas". O indicarle a EE.UU. que muestre su producción de algodón exclusivamente, olvidando que produce el 73% de los automóviles del mundo, o que su patrón de acero conjuga el 45% de la capacidad del mundo.
Nos pesa el pasado. La rutina.
Los predicadores nos quieren maniatar al ayer porque no creen que las chimeneas de las fábricas que echan humo significan trabajo argentino y "standard" de vida para una comunidad que dejó atrás el principio de siglo. Y que a nuestros empresarios hay que verlos, no por los millones de capital en giro, sino por los salarios que pagan. Y que se traducen en consumo, cultura, bienestar. Unica forma de apaciguar atormentados tiempos. Disolventes estados de ánimo...
Vacunemos nuestra mentalidad contra la "carne asada".
No es nuestra única imagen. Ni nuestro único sostén... fervorosos industriales argentinos lo probarán en la Feria Internacional de Nueva York.
Rompiendo las rejas de la monotonía...
("Nada ha de huirse más que el seguir a modo de borregos el rebaño que va delante, marchando, no hacia donde debe, sino por donde suele..." SENECA)